Síntomas de la enfermedad
A diferencia de los humanos, la depresión es más difícil de reconocer en los perros porque los amigos de cuatro patas no pueden expresarse verbalmente. Los siguientes consejos pueden ayudarlo a interpretar los síntomas correctamente.
Al igual que en los humanos, existen varios síntomas que pueden indicar depresión en los perros. Si nota alguno de los siguientes signos en su mascota, es importante que consulte primero a un veterinario. Solo un especialista puede diagnosticar una depresión sólida y descartar que causas físicas como determinadas enfermedades estén detrás de los cambios de comportamiento de tu amigo de cuatro patas.
¿Depresión o comportamiento depresivo?
En primer lugar, una depresión real debe distinguirse de un comportamiento canino depresivo ocasional, como una reacción triste a un evento determinado. Cada perro está deprimido una vez y se comporta en consecuencia. Una depresión patológica, por otro lado, se extiende por un período de tiempo más largo; En la mayoría de los casos, se produce una alteración del metabolismo en el cerebro porque ciertas sustancias mensajeras no están suficientemente formadas.
Numerosos síntomas pueden indicar depresión en el perro.
Los síntomas más comunes de depresión en los perros incluyen apatía, fatiga y pérdida de apetito. Los amigos de cuatro patas deprimidos a menudo tienen poco interés en su entorno, no quieren jugar más o solo en raras ocasiones y apenas están disponibles para pasear al perro. Esto a menudo va acompañado de una falta de impulso, un paso arrastrado y una cabeza caída, así como una cola baja. Muchos perros deprimidos generalmente muestran menos reacciones a ciertos estímulos como provocaciones o peticiones.
También puede reconocer la depresión en función de las expresiones faciales de su perro. Una mirada en blanco y un pequeño movimiento en la cara de su mascota pueden indicar problemas de salud mental. Otros posibles síntomas son falta de atención y reacciones lentas a los sonidos. De repente, algunos perros ya no son entrenados en la casa. Además de la pérdida de apetito mencionada anteriormente, lo contrario, es decir, comer más, también puede ser un signo de depresión. Si observa estos síntomas durante un largo período de tiempo, una visita al veterinario es el paso correcto. Como resultado, un psicólogo animal también puede ayudar.
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