Enfermedades animales
El hipertiroidismo no detectado en los gatos puede provocar daños graves en los órganos. Por tanto, es especialmente importante reconocer los síntomas de la enfermedad a tiempo. Descubra qué letreros buscar aquí.
Una tiroides hiperactiva en los gatos, también conocida como hipertiroidismo, generalmente se remonta a un bulto benigno en la glándula tiroides. Esto luego se hace cargo de la liberación de ciertas hormonas, que son de crucial importancia en los procesos metabólicos: aceleran el metabolismo, lo que conduce a uno de los síntomas típicos de una tiroides hiperactiva en los gatos.
Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
Debido a que su amigo de cuatro patas usa más energía, aumenta su apetito. En consecuencia, generalmente también puede notar un aumento significativo en la cantidad de heces que deja su querido en su caja de arena. En esta fase de la enfermedad, los gatos afectados parecen inicialmente animados y aparentemente sanos.
Eso cambia si otro síntoma se manifiesta en el curso de la enfermedad: a pesar del aumento del hambre, su pata de terciopelo perderá peso si padece esta enfermedad animal. Si no se trata, una tiroides hiperactiva en los gatos conduce a una emaciación completa.
Reconocer otros síntomas
A medida que avanza la enfermedad, se pueden identificar más síntomas de la enfermedad que dejan en claro que su tigre doméstico está gravemente enfermo. Esto conduce a problemas estomacales e intestinales con vómitos y diarrea. Tanto los latidos cardíacos como la frecuencia respiratoria aumentan significativamente, lo que por un lado conduce a la hiperactividad, por otro lado también puede manifestarse en agresividad.
Externamente, la tiroides hiperactiva en los gatos puede reconocerse por un exterior descuidado: el pelaje es opaco y peludo, las garras demasiado largas porque vuelven a crecer demasiado rápido. Cuanto más avanza la enfermedad, también se vuelven más notorios los síntomas, como los cambios de comportamiento.
El hipertiroidismo en gatos puede ser fatal
Ya debería haber visto a un veterinario para recibir tratamiento para el hipertiroidismo en gatos. De lo contrario, la enfermedad terminará fatalmente para su fiel amigo de cuatro patas. Por cierto, en casos raros, los síntomas también pueden resultar lo opuesto, si hay otra enfermedad presente: los gatos están flácidos y muestran un apetito. Estos síntomas dificultan aún más el diagnóstico de hipertiroidismo en gatos, incluso para los veterinarios.
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