Huesos y articulaciones
Una hernia de disco en perros puede ser un asunto incómodo y, lo más importante, doloroso. Pero, ¿qué síntomas hay que indiquen una hernia de disco en un perro?
Una hernia de disco en perros se asocia con dolor severo - Imagen: Shutterstock / sisqopote
Una hernia de disco en perros no es fácil de reconocer para los dueños porque los signos son variados. Los síntomas que se presentan dependen de la gravedad de la hernia de disco y del nivel de la columna en la que se produce. A continuación, descubrirá qué síntomas podrían ser una hernia de disco y cuándo usted y su amigo de cuatro patas deben consultar al veterinario.
¿Qué es realmente una hernia de disco?
Para reconocer los síntomas de la hernia de disco en los perros, es importante comprender cuál es la afección. En los perros (y también en los seres humanos y otros mamíferos) existe un disco intervertebral entre las vértebras individuales de la columna. Consiste en una masa suave y gelatinosa que está rodeada por un anillo más firme, parecido a un cartílago. El disco intervertebral actúa como una especie de amortiguador entre las vértebras duras como huesos. Si hay una hernia de disco, el interior de un disco, es decir, el núcleo gelatinoso, cae literalmente delante o fuera del anillo circundante. El disco intervertebral luego presiona la médula espinal y los cordones nerviosos que se encuentran allí.
Hernia de disco en perros: estos son síntomas
El primer signo de una hernia de disco en los perros es el dolor. Puede saber si su perro tiene dolor, por ejemplo, por el hecho de que ya no se divierte tanto jugando o de que se mueve mucho menos de lo habitual.
En determinadas circunstancias, también puede notar un cambio en la secuencia de movimientos de su perro o reconocer una especie de postura de alivio, por ejemplo, una espalda encorvada. Otro indicio de dolor en una hernia de disco puede ser que su perro sea demasiado sensible a tocar la columna, tal vez incluso muestre un comportamiento agresivo.
Síntomas graves: signos de parálisis.
En el caso de hernias de disco más pronunciadas, los síntomas de parálisis también pueden ocurrir en las patas delanteras o traseras. Puedes reconocer este tipo de parálisis, por ejemplo, cuando tu perro está arrastrando la pata. Los perros salchicha y las razas con tendencia a la llamada "parálisis del perro salchicha" a menudo tienen las patas traseras incapaces de moverse.
En algunos casos, se produce la denominada "posición sentada del perro", en la que las patas traseras se estiran hacia atrás. Dependiendo de la ubicación y la extensión del incidente, una hernia de disco en perros también puede afectar la función de la vejiga y los esfínteres intestinales. El paso no planificado de orina o heces es el resultado cuando los nervios se ven afectados por la hernia de disco.
Lo que puedes hacer por tu amigo de cuatro patas en este caso se puede encontrar en la guía: "Hernia de disco en perros: tratamiento".
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