Educación de gatos
Ya sean bolsas de la compra, juguetes nuevos o una caja vacía, a nuestros narices peludos les encanta oler y explorar con cuidado objetos desconocidos. Pero, ¿por qué los gatos son tan curiosos? De hecho, es un instinto natural inherente a los tigres domésticos y que asegura su supervivencia en la naturaleza.
Los gatos no son las únicas criaturas vivientes que sienten curiosidad y se benefician de la necesidad de investigar. En otros animales y en los seres humanos, también, la curiosidad determina parte de su comportamiento natural. Aquellos que sienten curiosidad descubren nuevas fuentes de recursos, aprenden y se vuelven más inteligentes con el tiempo.
Esto es particularmente evidente en los niños: cuando son bebés, tratan de entender literalmente todo, se llevan todo a la boca para examinarlo. Más tarde molestan a sus padres con preguntas y les gustaría saberlo todo: "¿Por qué es así?", "¿Qué es?". o "¿Qué estás haciendo?" - Con estas y otras preguntas, los niños intentan comprender mejor su entorno.
Comportamiento exploratorio: por qué los gatos son curiosos
Los gatos también quieren comprender mejor su entorno para poder orientarse con mayor facilidad y seguridad. Siempre están atentos a posibles fuentes de alimentos y lugares seguros para refugiarse. El miedo y la curiosidad están en constante interacción. Mientras que el miedo conduce a un comportamiento de evitación, la curiosidad se expresa en lo que se conoce como comportamiento exploratorio. Un gato curioso se acerca a un objeto o terreno desconocido con mucha precaución. Ella siempre permanece en guardia, alerta y lista para huir si surge un peligro repentinamente o si el objeto extraño resulta ser potencialmente peligroso.
Si los gatos están en "modo de exploración", están muy concentrados y todos los sentidos están bien despiertos. Muy lentamente, paso a paso, se acerca sigilosamente al objeto de investigación y lo olfatea extensamente. Quizás esté dando golpecitos suaves alrededor de él, mirando el objeto con atención o empujándolo con la pata. Si no sucede nada que los asuste, la curiosidad gana y el gato se vuelve más valiente. Se atreve a acercarse, quizás atreviéndose a mordisquear el objeto o utilizar la zona desconocida para descansar. Si alguna vez observa a su gato haciendo este tipo de comportamiento exploratorio, no lo moleste en sus investigaciones. De lo contrario, podría recibir una conmoción y mostrarse menos curioso pero más temeroso en el futuro.
Así se estimula la curiosidad de tu gato
Siempre que no degenere en una peligrosa arrogancia e imprudencia, la curiosidad es una cualidad muy positiva que debe fomentarse. Cuando juegas con tu gato, puedes desafiar sus instintos curiosos y entrenar su inteligencia, con diversión y facilidad. Aborde todos los sentidos de su gato: olfato, oído, vista, tacto, gusto y pensamiento.
Sorprenda a su gato de vez en cuando con un juguete nuevo; también puede hacer juguetes para gatos fácilmente usted mismo. Con valeriana o hierba gatera, los juguetes huelen seductoramente para tu pata de terciopelo. Las cañas de pescar, que puedes mover hacia adelante y hacia atrás a diferentes velocidades, son emocionantes para los ojos de los gatos y también estimulan su instinto de caza. Cualquier cosa que cruje y cruje podría ser una presa potencial; tu gatito sin duda sentirá curiosidad cuando escuche una bola de papel rodando por el suelo.
Un tablero torpe apela a varios sentidos de tu amigo peludo: huele las golosinas que se esconden en él, tiene que mirar dónde están y luego idear una estrategia de solución para llegar a ellos. Luego tiene que demostrar su habilidad pescando las golosinas del tablero de juguete con sus patas. Alterne entre juguetes para que no se vuelva aburrido.
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