Síntomas de la enfermedad
Si tu gato tiene dolor, primero intentará todo para evitar mostrarlo. En la naturaleza, los gatos sufrirían si mostraran debilidad. Porque: Predators tendría un juego fácil en este caso. Este instinto dificulta que los gatos domésticos reconozcan cuando algo los está lastimando.
Las causas del dolor en los gatos son múltiples: su pata aterciopelada podría haberse lesionado, sufrir estreñimiento o una obstrucción intestinal. Los animales más viejos desarrollan ocasionalmente osteoartritis, que causa problemas articulares dolorosos. Pero, ¿cómo sabes que un gato tiene dolor? Los siguientes signos pueden ayudar:
1. Comportamiento atípico como señal de advertencia
Un gato que sufre a menudo se comporta de manera diferente a lo habitual. Por ejemplo, si tu nariz peluda suele ser agradable y tierno, puede volverse agresiva. Un gatito que de otra manera confía puede volverse ansioso y reticente bajo el dolor. Puede que se esté escondiendo de forma permanente. Y una pata de terciopelo por lo demás activa puede perder su instinto de juego y de repente volverse tranquila y somnolienta. Su gato enfermo o herido puede revelarse a través de una limpieza exhaustiva o mordisquear un área dolorosa.
2. Falta de apetito como síntoma
Si el apetito de su mascota disminuye o si ya no come nada, en cualquier caso se trata de una señal de alarma. Su gato puede sentir dolor al comer. Las posibles causas en este caso podrían ser dolor de muelas, también son concebibles problemas digestivos.
En cualquier caso, lleva a tu gato al veterinario lo antes posible. Si solo el apetito de su nariz peluda disminuye un poco, primero puede observar todo durante unos días y luego decidir. Si, por el contrario, tu mascota no come nada en absoluto, no debes dudarlo mucho y visitar al veterinario directamente con él.
3. ¿Dolor al moverse?
¿Tu gato tiene dolor con ciertos movimientos? Los signos sutiles lo dicen, así que vigile su pata de terciopelo si sospecha algo. Puede estar paralizada con una pata, moverse más despacio o dejar de saltar al sofá o al poste rascador con la facilidad habitual. El aseo cojeante y descuidado también puede indicar que su mascota siente dolor al moverse.
4. El gato muestra una postura inusual
Aparte de eso, debes prestar especial atención al lenguaje corporal de tu gato. El dolor a menudo se expresa en un cambio de postura. Por ejemplo, su gato mantiene la cabeza y el cuello hacia abajo de manera extraña o se agacha en un rincón cuando le duele. Los gatos también contraen el estómago cuando tienen dolor y arquean la espalda.
Además, los gatos suelen tener expresiones ausentes cuando sienten dolor, como si sus ojos estuvieran mirando al vacío. Además, observe si su mascota está acostada en una posición atípica cuando está durmiendo o dormitando. Paradójicamente, los gatos suelen acostarse sobre el lado doloroso del cuerpo.
5. Los gatos con dolor suelen ser sensibles al tacto.
Ya sea la parte trasera, la base de la cola, la espalda, la pata o las caderas, si tocas accidentalmente el área dolorosa cuando te acaricias la nariz peluda, por lo general no podrás ocultar el dolor. Pueden reaccionar agresivamente, silbando o gruñendo, rascándose o retrocediendo en estado de shock. Tu gato también puede morderte.
Tómelo como una señal de alarma explícita y haga que el veterinario examine su pata de terciopelo. También dígale en qué punto su gato reaccionó con sensibilidad al tacto. Así es como ayudas al veterinario a encontrar la causa.
6. La apariencia cambia
Después de un tiempo, la apariencia dolorosa de un gato también cambia. Dado que el aseo es difícil, su pata aterciopelada aparecerá gradualmente áspera y el pelaje se volverá opaco. Su falta de apetito puede hacerla demacrada. Lo mejor es no dejar que llegue tan lejos y, en caso de duda, acudir demasiado al veterinario.
7. defecación y micción incontroladas
Si su gato tiene dolor, es posible que no solo esté haciendo sus necesidades en el baño. Un comportamiento inusual al defecar u orinar indica que su tigre doméstico está sufriendo.
8. Lamiendo la costura y el vendaje.
¿Tu gato tiene una herida que necesitó vendaje o sutura? En este caso, reacciones como sacudir o lamer no solo pueden ser indicios de que la costura o el vendaje están interfiriendo. También puede ocultar signos de dolor inflamatorio. Como precaución, pídale a su veterinario que revise el área para descartar una posible inflamación o tratarla en consecuencia.
¿Signos de dolor? ¡Al veterinario!
Ya sea que se trate de un cambio de comportamiento o un lenguaje corporal inusual: si nota alguno de los signos anteriores en su gato, tómelos en serio en cualquier caso. Nunca ignore las señales de advertencia, ya que pueden ser síntomas de una enfermedad grave.
El veterinario puede examinar a tu gato y ver qué le pasa. Y luego inicie el tratamiento adecuado.
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