Inflamación de la glándula anal en el perro: síntomas y tratamiento.

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Las glándulas anales del perro emiten marcas de olor para que el perro pueda marcar su territorio. Desafortunadamente, las glándulas del ano pueden inflamarse. Aquí puede averiguar qué síntomas trae consigo una inflamación de la glándula anal, qué la causa y cómo es el tratamiento de la enfermedad.Las glándulas anales inflamadas generalmente se pueden tratar fácilmente - Shutterstock / Syda-Productions

En particular, las razas de perros pequeños como Beagle, Maltés o Spaniel se ven más afectadas por la inflamación de las glándulas anales que los perros más grandes. La inflamación suele ser muy incómoda para un perro, por lo que conviene llevar al paciente al veterinario lo antes posible.

Inflamación de la glándula anal en perros: ¿que es exactamente?

Las glándulas anales producen una secreción que contiene la marca de olor individual de cada perro. Esta secreción es absorbida por las llamadas bolsas anales, que se encuentran a la izquierda y a la derecha de la abertura del ano. Especialmente cuando el perro excreta heces, las bolsas anales liberan la secreción de la marca perfumada al exterior.

Sin embargo, la secreción puede espesarse o es posible que su perro no pueda evacuar las heces debido al estreñimiento u otro trastorno miccional. Como resultado, la secreción no puede pasar libremente a través de las glándulas anales y las bolsas anales. Entonces, las bacterias tienen un trabajo fácil y pueden causar una inflamación del saco anal o de la glándula anal en el perro. Para su amigo de cuatro patas, esto generalmente se asocia con picazón y dolor incómodos.

Síntomas de inflamación de la glándula anal

Uno de los signos más comunes de inflamación de las glándulas anales es "deslizarse en trineo". Debido a la picazón a veces fuerte y la sensación de presión, el perro presiona su trasero contra el suelo y lo rasca hacia adelante y hacia atrás con él.

A menudo, su mascota también intentará alcanzar la región anal con la lengua o morderse la cola. Si la enfermedad progresa, se pueden formar pústulas, abscesos o eccemas, que puedes reconocer por el ano enrojecido.

También se pueden formar fístulas, que son difíciles de reconocer para el profano. Sin embargo, si su perro tiene glanditis anal, a menudo notará el dolor mientras intenta evacuar las heces. Los gemidos o los aullidos pueden ser síntomas de evacuaciones intestinales difíciles y dolorosas. Además, es posible que su amigo de cuatro patas se mueva menos y ya no quiera sentarse.

Glándulas anales inflamadas en perros: posibles causas

Una inflamación de la glándula anal en los perros es extremadamente incómoda para ellos. Hay varias causas posibles de la enfermedad. Una inflamación de las glándulas anales suele ser el resultado de la adherencia o la obstrucción de las glándulas anales. Esto puede suceder como resultado de la diarrea en los perros.

La secreción ya no se puede liberar debido a un bloqueo o adherencia de las glándulas y luego se vuelve viscosa. Esto permite que las bacterias penetren y provoquen la inflamación de la glándula anal. Otras posibles causas de inflamación son la función glandular excesiva o las reacciones alérgicas.

Diagnóstico: ¿el perro tiene inflamación de la glándula anal?

Si nota síntomas en su perro que indiquen inflamación en el área anal, su amigo de cuatro patas debe ser examinado y tratado por el veterinario lo antes posible. Si no se trata, la inflamación de la glándula anal también puede volverse crónica.

El veterinario examinará físicamente a su amigo de cuatro patas, lo que significa que primero inspeccionará el área afectada del ano. Si hay hinchazón y enrojecimiento aquí, generalmente es una inflamación de las glándulas anales.

Sin duda, el veterinario acariciará suavemente el área y verá si su perro siente algún dolor. El médico a menudo masajea las glándulas anales manualmente para que secreten la secreción, que luego se examina más de cerca.

Es importante que se excluyan otras enfermedades y causas como la alergia a la saliva por pulgas o los cuerpos extraños adheridos al ano. El tratamiento solo puede iniciarse cuando el médico esté seguro de que se trata de una inflamación de la glándula anal y de su causa.

Gravedad de la inflamación de la glándula anal en el perro

Si la inflamación de las glándulas anales no se trata, puede causar problemas graves como dolor intenso y fiebre. Existen diferentes grados de gravedad, que a menudo se estructuran de la siguiente manera:

  1. Las bolsas anales están llenas y no se vacían cuando pasa las heces. Están expandidos.
  2. Debido a las bacterias, la inflamación es purulenta y posiblemente sanguinolenta. Surgen picazón y problemas con las heces.
  3. Se forman abscesos o fístulas dolorosas. El dolor puede ser muy intenso en esta etapa y puede haber fiebre.

Tratar la inflamación de la glándula anal en perros

La terapia para las glándulas anales inflamadas generalmente comienza con el veterinario exprimiendo la bolsa anal, es decir, masajeando cuidadosamente la secreción que contiene. Sin embargo, esto solo funciona si la secreción es líquida o viscosa y aún no es dura. Si esto ya ha sucedido, la secreción endurecida debe empaparse antes de que el veterinario pueda enjuagarla. Los posibles abscesos deben cortarse.

Una vez que el veterinario ha exprimido la secreción, enjuaga las glándulas anales con una solución antiinflamatoria. Dependiendo de la gravedad de la inflamación, también se utilizan antibióticos. Así es como se combate la inflamación real de la glándula anal. Por lo general, este procedimiento se repite unas cuantas veces más hasta que la inflamación haya desaparecido por completo.

Si la inflamación de la glándula anal en el perro es crónica o si hay fístulas y úlceras fuertes, es concebible una operación o la extracción de la bolsa anal. Su veterinario le dará consejos detallados al respecto.

¿Se puede prevenir la inflamación de las glándulas anales?

Si su perro está predispuesto a la inflamación de las glándulas anales, puede masajear y vaciar sus glándulas anales regularmente en casa. Sin embargo, antes de hacer esto, asegúrese de consultar a su veterinario, ya que los pasos correctos no son tan fáciles y el procedimiento no tiene sentido para todos los perros. Deje que su veterinario le muestre exactamente lo que está haciendo y las medidas de higiene que debe cumplir.

En el video puede ver cómo se ve un drenaje de este tipo:

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