Educación de gatos
Muchos gatos tienden a rascar las puertas cerradas, independientemente de si su cuidador está dentro o fuera de la habitación cerrada. Si quieres evitar que el tigre de tu casa haga esto, debe aprender que las puertas cerradas no son algo malo. Con un poco de práctica, paciencia y golosinas, el rascado pronto llegará a su fin.
La mayoría de los dueños de gatos conocen el problema: hay una corriente de aire, cierran la puerta y tres segundos después el gato, que hasta hace un momento estaba cómodamente acostado en el sofá, decide que quiere salir con urgencia. Te levantas, les dejas salir y vuelves a cerrar la puerta. Tan pronto como te hayas sentado de nuevo, la puerta se raya desde afuera. Por lo tanto, puede entrar y salir durante horas hasta que incluso el dueño de un gato más paciente se molesta. Sin embargo, con un poco de entrenamiento, se puede evitar este comportamiento.
Asociaciones positivas con puertas cerradas
Comience lentamente cerrando cualquier puerta de su apartamento durante unos segundos de vez en cuando detrás de usted y su gato. Inmediatamente después, estás haciendo algo bueno por tu gato. Inmediatamente dele una golosina, acaríciela o juegue con ella. Después de unos segundos, vuelva a abrir la puerta.
Repita este ejercicio varias veces al día durante un tiempo. Puede aumentar lentamente el tiempo que la puerta está cerrada. Es importante que solo vuelvas a abrir la puerta cuando tu gato esté tranquilo y se porte bien. De lo contrario, tu amigo peludo llegará fácilmente a la conclusión de que las puertas se abren cuando las rascas.
¡No tienes que rascar las puertas!
Una vez que seas bueno para lidiar con las puertas cerradas cuando estás en la misma habitación con tu mascota, puedes dar un paso más: cierra la puerta entre tú y el gato. Ábrelos de nuevo cuando tu amado esté tranquilo, pero mantenlos cerrados si se rasca, porque después de todo, no debería. Nuevamente, puede aumentar gradualmente el intervalo de tiempo de unos segundos a unos minutos. Tu amigo de cuatro patas pronto habrá aprendido dos cosas: cada puerta cerrada se abre de nuevo en algún momento y no vale la pena rascarla.
Encerrar no es una medida educativa apropiada
Nunca encierre a su amigo de cuatro patas en una habitación como castigo o solo durante demasiado tiempo. Si por alguna razón tiene que dejarlo fuera durante más de unos minutos, por ejemplo cuando se muda de casa, asegúrese de que su gato tenga todo lo importante para usted:
● juguetes
● oportunidades de empleo
● Rincón acogedor
● Agua y pienso
● Caja de arena
De esta manera, puedes hacer que la situación sea lo más cómoda y libre de estrés posible para tu amigo peludo.
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