Enfermedad hepática en gatos: diagnóstico del veterinario

Anonim

Enfermedades animales

El diagnóstico de enfermedad hepática en gatos solo puede realizarlo el veterinario. Porque con la abundancia de posibles formas y causas y la inexactitud de los síntomas, el cuadro clínico a menudo es apenas reconocible para la gente común.El veterinario puede detectar la enfermedad hepática por varios medios: Shutterstock / Mr.Nikon

Si tiene la impresión de que algo anda mal con su amada, debe consultar inmediatamente a un veterinario. Ciertos trastornos del comportamiento en gatos pueden ser el resultado de enfermedades hepáticas que no siempre se notan claramente. Cuanto más rápido el veterinario haga el diagnóstico correcto, antes podrá ayudar al gatito enfermo.

La enfermedad hepática es difícil de detectar

La pérdida del apetito o la pérdida rápida de peso son posibles síntomas que podrían indicar una enfermedad hepática. Sin embargo, también son posibles otros cuadros clínicos con tales signos. No importa lo que haya detrás: si su pata aterciopelada deja de comer repentinamente, tiene mucha sed o tiene problemas digestivos, este es un caso para el veterinario. También debes buscar consejo médico si el gatito parece notablemente cansado, apático o agresivo. El veterinario tiene varias opciones para averiguar qué le pasa a tu amigo peludo y si una de las numerosas enfermedades hepáticas es realmente el desencadenante.

Análisis de sangre: primeras pistas

Si el gato parece enfermo, el veterinario puede obtener pistas iniciales sobre la causa mediante un análisis de sangre. Ciertas enzimas juegan un papel en el diagnóstico de posibles enfermedades hepáticas. Si estas enzimas están presentes en concentraciones elevadas en el plasma sanguíneo, esto significa que la membrana celular del hígado puede volverse permeable gradualmente. Esto, a su vez, muestra que las células del hígado están a punto de morir o han sido dañadas. La enzima ALT (GPT) en particular es importante en el diagnóstico de enfermedades hepáticas en gatos, ya que las otras enzimas también se encuentran fuera del hígado y, por lo tanto, no pueden proporcionar indicaciones claras.

Cualquier sospecha inicial de que el hígado se está desempeñando mal se puede verificar más a fondo mediante pruebas de disfunción hepática. El hígado produce ciertas sustancias como urea, colesterol y albúmina; si la concentración de estas sustancias es baja, la causa puede ser una enfermedad hepática.

Ultrasonido, rayos X y Co. para el diagnóstico.

Sin embargo, el veterinario solo puede hacer el diagnóstico más confiable posible a través de pruebas adicionales. Se puede usar un examen de ultrasonido para determinar si la estructura interna del hígado está en orden y si está adecuadamente abastecida de sangre. También puede hacer que le hagan una radiografía a su tigre doméstico, de modo que se pueda detectar un hígado muy agrandado o reducido. Este último puede indicar una derivación o cirrosis del hígado. Un hígado agrandado es causado por un tumor, hígado graso (lipidosis hepática) o colangiohepatitis.

Además, el veterinario puede usar una aguja fina para tomar una pequeña muestra de tejido del hígado con el fin de examinarlo en busca de posibles enfermedades. Su gatito no tiene que ser anestesiado para esto, ya que la aguja solo pincha un poco, pero por lo demás no causa ningún dolor. Sin embargo, para una biopsia, el gato se somete a anestesia. De esta manera, se puede extirpar una porción más grande del hígado y se puede hacer un diagnóstico más preciso.

Enfermedad hepática en gatos: formas y causas.

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