Pancreatitis aguda y crónica en perros

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La pancreatitis también puede ser aguda o crónica en perros. Si bien los síntomas son muy similares en ambos casos, las posibilidades de recuperación a veces son muy diferentes.La pancreatitis es un caso para el veterinario - Imagen: Shutterstock / laszlo

Ambos tipos de pancreatitis deben tomarse muy en serio y deben ser tratados por un veterinario. Los pastores, schnauzers, beagles, collies y cocker spaniels se ven particularmente afectados. No está claro qué causa exactamente la enfermedad. Según algunos expertos, ciertos medicamentos son una causa tan posible como los alimentos grasos, las infecciones o las consecuencias de un accidente.

Buenas posibilidades de recuperación de la pancreatitis aguda

En la pancreatitis aguda, síntomas como diarrea, vómitos o dolor abdominal aparecen de forma muy repentina. La fiebre, los gases o una pared abdominal tensa también pueden indicar la enfermedad. Si se diagnostica y trata con la suficiente rapidez, el daño permanente se puede evitar o reducir al mínimo. Por lo tanto, es muy importante que consulte a su amigo de cuatro patas con un veterinario lo antes posible si se presentan tales síntomas, independientemente de si el resultado es una enfermedad del páncreas o no. Si no hay tratamiento, se producen problemas circulatorios, el perro ya no puede absorber suficiente líquido de la comida y, en el peor de los casos, muere.

Pancreatitis crónica

La pancreatitis crónica en perros es cuando la enfermedad reaparece o persiste. A menudo sigue la forma aguda. Dado que el órgano ya no puede secretar suficientes enzimas digestivas, una gran parte de la comida permanece sin digerir, lo que puede causar molestias abdominales. También es típico de la pancreatitis crónica que el animal se vuelva cada vez más demacrado porque ya no recibe suficientes nutrientes.

Es complicado que los perros con pancreatitis crónica puedan estar libres de síntomas durante mucho tiempo entre las fases individuales de la enfermedad, por lo que usted, como propietario, puede pensar que su amigo de cuatro patas ha superado la enfermedad. Sin embargo, ¡mantente alerta! Por cierto, también es posible que la enfermedad progrese completamente sin síntomas. Cuando aparecen los primeros efectos (el perro se vuelve demacrado), lamentablemente, por lo general, es demasiado tarde para la terapia.

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