Enfermedades animales
Si descubre primero los síntomas de una enfermedad hepática, debe actuar rápidamente. Los gatos con hígado graso necesitan ver al veterinario lo antes posible. Solo entonces podrá tratar a los animales de tal manera que exista la posibilidad de una curación completa.
Si sospecha que su gato puede tener una enfermedad del hígado graso, debe llevarlo al veterinario lo antes posible. En muchos casos, los gatos con hígado graso incluso tienen que ser ingresados en la clínica veterinaria. Porque con un cuidado integral intensivo, su mascota tiene la oportunidad de recuperarse.
Así es como el veterinario diagnostica la enfermedad del hígado graso
El síntoma más común del hígado graso en los gatos es la pérdida repentina del apetito, la pérdida de peso y la apatía en un animal con sobrepeso. Sin embargo, otras enfermedades también pueden manifestarse de esta manera, por ejemplo, diabetes, enfermedad renal o inflamación del páncreas. Por lo tanto, el veterinario analiza los valores del hígado del gato con una muestra de sangre y comprueba si el órgano se ha agrandado de forma no natural. Esto se realiza mediante palpación, ecografía o radiografías. Una vez realizado el diagnóstico, no se debe perder tiempo en el tratamiento.
Tratamiento del hígado graso: la ingesta de alimentos es lo más importante
Un gato con hígado graso a menudo se niega a comer o vuelve a vomitar su comida inmediatamente después de comer. Esto inicia un círculo vicioso que empeora los síntomas de la enfermedad. Por lo tanto, la medida más importante para tratar la enfermedad del hígado graso es alimentar al animal. Para hacer esto, el veterinario a menudo tiene que iniciar una infusión para proporcionar al gato los nutrientes necesarios.
Una vez que la condición del gato se ha estabilizado un poco, se le puede suministrar una solución nutritiva a través de una sonda. Este tubo de alimentación se pasa a través de la nariz y el esófago o directamente a través de la pared abdominal hasta el estómago. El veterinario debe calcular con precisión la ración de pienso que se le añade, normalmente también está enriquecida con vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos insaturados. Si el gato también sufre de inflamación o infección, también debe tratarse con antibióticos. El hígado graso es una enfermedad grave que debe tratarse de forma inmediata e intensiva. Solo cuando el gato quiere volver a comer solo, el pronóstico para una curación completa del animal es bueno.
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