Epulides caninos: síntomas y tratamiento

Anonim

Síntomas de la enfermedad

Los epúlidos son crecimientos benignos que se pueden formar en la boca de un perro. Incluso si no son malignos, es importante la inspección regular de las encías y la mucosa oral de su amigo de cuatro patas. Esta es la única forma de reconocer los crecimientos en una etapa temprana e iniciar el tratamiento.Epulides en perros: el veterinario se encarga del tratamiento - Shutterstock / Mejor foto de perro

Los epúlidos pueden ocurrir en todos los perros, pero las razas de perros de cabeza corta son particularmente susceptibles a él. Los crecimientos en la boca del perro son bastante notables y, por lo tanto, fáciles de reconocer. Si los detecta, debe consultar a un veterinario de inmediato.

Cómo reconocer epúlides

Los crecimientos benignos pueden verse muy diferentes: en forma de hongo, desiguales, lisos, redondos o elegantes; la forma varía mucho. Básicamente, hay tres tipos diferentes: los epúlidos denominados fibromatosos (que consisten en tejido blando) y osificantes (que contienen hueso) pueden considerarse benignos. Los epúlidos acanthomatosos, en cambio, deben tratarse como un tumor maligno a pesar de su naturaleza benigna: crecen muy rápidamente, pueden provocar inflamación y sangrado y, en el peor de los casos, incluso dañar la mandíbula del perro.

Pero también hay otros síntomas que pueden indicar los crecimientos en la boca de su amigo de cuatro patas. Esto incluye, entre otras cosas, un fuerte mal aliento, pero también una pérdida de peso significativa, porque los bultos a veces pueden dificultar gravemente a un perro cuando come. Por supuesto, también puede darse cuenta de que su amigo de cuatro patas tiene problemas para comer. Si no le gusta comer adecuadamente, obviamente siente dolor al masticar, o incluso aúlla al masticar, definitivamente deberías echarle un vistazo dentro de la boca.

¿Cómo es la terapia?

Antes de que el veterinario decida el tratamiento, debe poder descartar que el tumor sea maligno. Esto se puede aclarar con una muestra de tejido. Pero incluso si se trata de epúlidos benignos, generalmente no puede evitar una operación para eliminar los crecimientos. En una operación bajo anestesia general, finalmente se retiran los epulides para que no puedan extenderse más. En casos severos de crecimientos acanthomatosos, también puede ser necesario extirpar parte de la mandíbula. Si los epulides ocurren repetidamente, también se puede considerar la radioterapia como tratamiento.

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