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Las posibles causas del estrés en los perros son muchas, pero no siempre obvias. Si su amigo animal no está enfermo ni herido, generalmente se requiere un poco de trabajo de detective para encontrar la causa.
La enfermedad es una causa muy obvia de estrés en los perros. Pero hay otras causas que puede identificar con bastante rapidez. Por ejemplo, las visitas al veterinario, las grandes multitudes, las tormentas eléctricas y situaciones estresantes similares pueden tensar temporalmente los nervios de un amigo de cuatro patas. Cuando terminan, el perro suele estar mejor de repente.
Sin embargo, también existen factores de estrés que se desarrollan durante un largo período de tiempo y que ejercen cada vez más estrés en el perro de manera casi imperceptible. Si identifica un desencadenante de estrés de este tipo en su amigo de cuatro patas, debe deshacerse de él lo más rápido posible. A continuación se muestran algunos ejemplos de desencadenantes de estrés tan insidiosos.
Estrés de la crianza
Las inseguridades, la violencia, la comunicación engañosa y las exigencias excesivas en el adiestramiento canino son desencadenantes comunes del estrés en los perros. Un cachorro joven confía plenamente en su dueño. Si le da señales poco claras, le da demasiada o muy poca libertad o lo castiga con demasiada dureza, esto puede causar grandes incertidumbres y, por lo tanto, también estrés. Ir demasiado rápido o incorrectamente en la socialización también es una fuente potencial de estrés, por lo que es importante proceder con lentitud, paciencia y responsabilidad y nunca abrumar a un cachorro.
Las condiciones de la vivienda como causa de estrés
Si un perro muestra síntomas de estrés, las condiciones de la vivienda también deben verificarse al investigar la causa. Demasiado o muy poco ejercicio, muy poco espacio y muy pocos desafíos pueden estresar a un amigo de cuatro patas, al igual que un ambiente ruidoso y agitado o cambios importantes como mudarse de casa, nuevos miembros de la familia y mascotas. Las peleas y el comportamiento agresivo en la vida familiar o en el trabajo a menudo son muy difíciles de manejar para un perro. Esto también se aplica a los constantes cambios de residencia, la pérdida de un conespecífico o humano, un cambio de dueño o la soledad.
Presión para rendir y exigencias excesivas
La presión para rendir y las demandas excesivas también son causas comunes de estrés en los perros. Pueden surgir, por ejemplo, en los deportes caninos. Incluso los deportes caninos populares, como la agilidad, pueden convertirse en un desencadenante de estrés si un amigo de cuatro patas no tiene los requisitos físicos previos para ello, no comprende las órdenes de su dueño o se siente abrumado por la alta velocidad que prevalece allí. Quizás el dueño está presionando demasiado porque se acerca una competencia, o simplemente está entrenando con demasiada frecuencia con su amigo de cuatro patas.
Entonces, si su perro muestra síntomas de estrés, se requiere un poco de trabajo de detective: observe de cerca a su mascota para averiguar qué situaciones le están causando malestar; esta es la única forma de ayudarlo lo antes posible.
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